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La OCU desaconseja los planes de pensiones para complementar la pensión @BuscoPisoCasa

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) desaconseja los fondos de pensiones privados como un complemento para la pensión. Según esta organización, ese tipo de productos financieros solo son interesantes para las rentas muy altas y las ventajas fiscales que ofrecen son en realidad solo «aparentes» porque en el futuro pueden llegarse a pagar más impuestos que los ahorrados inicialmente.

«¿Le tienta invertir en un plan de pensiones? No pique el anzuelo». De esta manera tan concluyente la OCU critica las declaraciones del ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, en las que aconsejaba ayer a los ciudadanos contratar un plan de pensiones privado para completar la jubilación.

Aunque es cierto que las aportaciones a planes de pensiones son deducibles fiscalmente, al jubilarse se declaran como rendimientos del trabajo, por lo que entra dentro de lo posible que en el futuro se paguen más impuestos de lo ahorrado inicialmente. En un producto financiero a largo plazo, el marco legal inestable supone un elemento de riesgo no siempre tenido en cuenta.

Rentabilidad amenazada
Las comisiones de gestión elevadas de los fondos de pensiones son otro factor a tener en cuenta y además suelen estar marcados por una gestión conservadora, por lo que las expectativas de rentabilidad son muy pequeñas. Si en el momento del rescate del plan, la bolsa sufre un periodo bajista (como el del pasado año, por ejemplo) la rentabilidad de la operación quedará en entredicho.

Otro inconveniente de los planes de pensiones es su falta de liquidez. Si ante un imprevisto es necesario obtener ese dinero será imposible o será a costa de la rentabilidad esperada.

La OCU aconseja que si se quiere ahorrar para la jubilación, la mejor opción es destinar una parte de los ahorros a una cartera diversificada de fondos de inversión. Los planes de pensiones pueden resultar atractivos porque desgravan en el IRPF, y porque el dinero que no se pague en impuestos se puede reinvertir en el plan, con lo que se rentabiliza hasta el momento de recuperarlo, cuando se jubile.

Otros expertos, en base a estudios de rentabilidad a largo plazo, consideran que lo mejor es invertir directamente en bolsa un porcentaje de los ahorros, en valores de alta rentabilidad por dividendo, y esperar a vender en un momento alcista de la bolsa en los años próximos a la jubilación.

Mecánica fiscal
En el caso de las aportaciones a los planes de pensiones, las aportaciones se deducen de la base imponible fiscal del IRPF del año de la aportación. Esto significa que el contribuyente deja de pagar impuestos por unos ingresos equivalentes a la cuantía aportada a todos los planes (de pensiones, mutualidades de previsión social, planes de previsión de asegurados, planes de previsión social empresarial y seguros de dependencia), dentro de un límite máximo. Como el IRPF grava en una escala creciente por tramos, el ahorro es mayor según se elevan los ingresos del contribuyente. Es decir, que el límite puede ser superior en función de los ingresos por rendimientos del trabajo y actividades económicas.

Pero cuando se recupera el dinero invertido en el plan de pensiones más las ganancias obtenidas, hay que pagar muchos impuestos, por lo que en muchos casos deja de ser interesante. Al menos de momento se puede elegir cómo recuperar el dinero, de una vez en forma de capital, o de manera sucesiva como renta. En ambos casos se tiene que declarar como rendimiento del trabajo, por lo que tendrá que tributar lo que en su día se ahorró. Frente al 18% que tributan los rendimientos de otros fondos de inversión, los del plan de pensiones tributan al tipo marginal que le corresponda por los rendimientos del trabajo.

Sólo interesan con rentas muy altas
Los planes de pensiones son interesantes principalmente para aquellos que tengan rentas muy altas (con una base liquidable superior a unos 53.000 euros anuales) y que no necesiten contar con liquidez antes de jubilarse. Suele tratarse de inversores que se han garantizado la pensión máxima de jubilación por la Seguridad Social y que saben que no tendrán otros ingresos complementarios (procedentes de rentas de alquiler, por ejemplo). Este tipo de inversor debe elegir un buen plan de pensiones, y retirarlo en forma de renta financiera eligiendo el importe mensual que se desea recibir.

Mejor aumentar la base de cotización
Para los trabajadores con rentas que no sean muy altas, es preferible invertir en un fondo de inversión con buena rentabilidad. En el caso de un trabajador autónomo, que esté contribuyendo al mínimo en la Seguridad Social y con más de 50 años, lo que le conviene es aumentar la base de cotización, en vez de realizar aportaciones a un plan de pensiones.

En cualquier caso, no conviene realizar aportaciones al plan de pensiones cuando quede poco tiempo para jubilarse, por ejemplo, dos o tres años. Entonces es preferible invertir en un depósito o fondo de inversión.

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